¿Qué vemos en los Santos?
“Guíame luz bondadosa, las tinieblas me rodean, ¡Guíame Tú adelante!”​​​​​​​
La “espinita” de seguir llevando la buena nueva de Jesús bajo una perspectiva que explorara un poco más y poder llevar las historias de esos hombres y mujeres que llegaron a encontrar la santidad, pero sus vidas no son tan recordadas en la actualidad. Buscar un sentido, una dirección y una forma nueva de vivir basándonos en conocer y compartir experiencias de personas que ahora la Iglesia denomina Santo o Santa.

Muchas veces nos sumergimos en la vida de un Santo porque responde a nuestra profesión, nos ayuda en la enfermedad, lo escuchamos frecuentemente en nuestro grupo juvenil, o por muchas otras razones. Sin embargo, cuando nos ponemos a enlistar estos, nos damos cuenta de que son muy pocos y nos genera intriga pensar en los muchos otros que la Iglesia tiene como Venerables, Beatos o Santos.

Si bien es cierto, hay muchas vidas de Santos que tenemos en la mente, como San Juan Bosco, San Francisco de Asís, San Juan Bautista, entre otros que son de gran ejemplo; pero existen vidas apasionantes como Santo Tomás Moro, Santa María Goretti y San John Henry Newman, por mencionar algunos, que son poco conocidos y que queríamos compartir con las personas.

Y es que no todos respondemos a nuestro llamado a la Santidad de la misma manera. San Francisco de Asís se despojó de todos los lujos que tenía gracias a su familia y fue en busca de la verdadera abundancia en el amor misericordioso de Dios. ¿Estamos todos dispuestos a eso? Es una pregunta difícil que posiblemente dudemos en responder. Por ello, dándole a otros Santos un espacio en el pensamiento del católico actual, el joven que vive día a día luchando, este abrirá los ojos ante la posibilidad real de que SÍ, SÍ PODEMOS SER SANTOS.

Guíame Tú adelante es eso y más, conocer sobre advocaciones Marianas por el mundo, oraciones al Santísimo Sacramento, fechas litúrgicas, diversas festividades importantes en nuestra Iglesia y, junto a los Santos, caminar por la vida y nunca olvidar que Dios está presente a diario.

Adri y Rodo.
Back to Top